ASPECTOS HISTÓRICOS DE LA COMUNIDAD.
Los datos históricos son poco precisos sobre la fundación exacta de la comunidad.
A mediados del año 1975 se construyó la Comunidad Satélite Modelo La Aurora S. A, proyecto financiado por el Banco Centroamericano de Integración Económica ( B. C. I. E) y el Banco Nacional de Costa Rica ( B. N. C.R ). Este modelo de vivienda surgió con el objetivo de abastecer la mano de obra de la zona industrial que empezaba a emerger.
El proyecto habitacional inicia con un plan de 18 casas por manzana, cuyo valor por casa oscilaba alrededor de los 89 000 colones que posteriormente por intereses económicos y políticos de la época cambió a 50 casas por manzana; lo que generó un desabastecimiento del agua potable motivando la organización comunal.
Comienzan a sobresalir entonces, varios líderes comunales entre ellos destacan: Mario Leal López, Francisco Oviedo “Paco”, Ramón Morales Álvarez, José A. Parra H, Javier Chacón, José Daniel Gil Zúñiga, Nuria Pérez, Marta Pérez Quesada entre otros. Los conflictos por el agua llevan a los auroreños a una huelga, cerrando la principal vía de comunicación en donde el aporte de las mujeres fue vital para culminar con éxito las exigencias de tan preciado líquido. Hecho anecdótico interesante de mencionar es que algunos de los manifestantes fueron tomados presos entre ellos hasta el sacerdote de la comunidad Amando Robles Robles, al conocido Pirras; caso fallido pasó con doña Mara que con su robusto cuerpo se paró firmemente impidiendo que el bloqueo se levantara.
Otras de las grandes odiseas ganadas por los vecinos(as) fueron en pro del mejoramiento del transporte público ya que las personas tenían que caminar largas distancias por zonas peligrosas rodeadas de cafetales y potreros para llegar a sus destinos. Se trasladaban de la Aurora hasta la pista o al Parque Industrial para tomar el autobús. En este hecho se destaca el señor Víctor Campos quién mediante una organización comunal dio fin al problema hasta la fecha.
Personajes sobresalientes de la comunidad
Después de tan arduas luchas los principales personajes de la comunidad se organizan para fortalecer diferentes áreas del desarrollo integral.
Es así como nace en el año 1984, un grupo al que bautizaron “Pablo Presbere” en honor a quien fue un valiente indígena en la olvidada Tala manca, el cual levantó su voz cuando el invasor español quiso arrancarle de su tierra e imponerle modismos que no eran los suyos.
En homenaje a ese hombre sencillo, que nuestra historia ha pretendido olvidar y que muy pocos conocen, y más que en homenaje a él a su lucha contra el invasor, gesta heroica que desde el pasado nos reta a construir una Costa Rica más digna, justa y libre para todos, es que decidieron ponerle al grupo, el nombre de “Pablo Presbere”.
Para recopilar toda la información del grupo se crea el periódico “AURORA”, que es el periódico de la comunidad, sus páginas estaban abiertas a todo auroreño que quiera informar e informarse.
Se extraen de él los siguientes extractos que ilustran el mismo.
Con la llegada de los primeros vecinos que se ubicaron en el sector suroeste de la comunidad surge indiscutiblemente necesidad básica de educación.
Es por eso, que los niños y niñas recibían lecciones en casa de vecinos que generosamente prestaban ese espacio. Es así que con la ayuda del Gobierno y la participación de los primeros treinta y cinco vecinos la Asociación de Vecinos de la Aurora, que mediante coordinación y organización de padres y madres de familia durante el período de vacaciones de tres meses (1975-1976) auto construyeron las primeras cinco aulas de lo que hoy es el primer pabellón de la Escuela La Aurora, para que en marzo de 1976 se iniciara oficialmente el funcionamiento de ese centro educativo.
Los padres de familia aportaron mano de obra trabajando hasta los fines de semana y las madres colaboraron llevando comidas y bebidas a los trabajadores.
Un aspecto valioso para recordar es que en el año 1977 la población estudiantil era de 132 estudiantes y ya para el año 1983 habían sido graduados 398, en este tiempo la institución trabajaba con tres jornadas debido a la falta de espacio físico que era el mayor problema.
Hoy día la Escuela La Aurora cuenta con cinco pabellones y una población de más de mil estudiantes.